El amor amordaza. Prefiero un hombre que esté loco y no cuerdo, porque las cuerdas atan...

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jueves, 29 de agosto de 2013

Ensaladita de ideas

Si hay algo que siempre resuena en mi cabeza y me nunca me parece que este de mas aclarar, es el hecho de nunca terminar de conocerse. Sea por elección propia o simplemente falta de interés. Pero si no se saben los limites propios, como uno puede imponer y plantarse de una manera determinada en la vida? No pasa por la idea de tener todo resuelto, ni mucho menos en saber todo lo que se quiere y se busca. Se trata por inferencia lógica saber lo que uno NO quiere y hasta donde decir basta. 
Se me viene a la mente lo que mi padre siempre me dijo "Uno se retira del juego cuando esta en ventaja, no importa si es mucha o poca, pero saber darse cuenta es salir victorioso". Claro que él hace referencia a la ruleta, pero en definitiva, que mas es la vida sino un juego en el que uno va acomodando sus fichas para donde puede y/o quiere.
Si todo lo que tenemos es prestado, si al fin y al cabo somos pequeños momentos dentro de una gran historia; ¿De verdad no les parece pertinente ser los dueños absolutos de todo lo que son?. Lo veo todo el tiempo y en todos... que difícil se les hace ser los putos amos, ser los propietarios e inquilinos de su propia vida. Quizás es el poco auto respeto el que hace no reconocerse, quizás una imposición social la cual prioriza otras cosas, o quizás solo el miedo de hacerse cargo de las propias miserias y mirar el miedo a los ojos. Sea cual fuera la razón, siempre me quedo pensando en lo mismo.
Puede que le errada sea yo, pero nunca me permitiré vivir en la sombra. Seria sepultar todo lo que soy, y así como se cree que lo contrario al amor es el odio, para desilusión de muchos, lo contrario al amor, seria aquello que este carente de cualquier sentimiento de empatia, y por mucho que nos pese, no se puede odiar sin amar o haber amado. Por lo tanto, la indiferencia es el antónimo del amor, puede que sea una de las razones por las que se inventan idioteces como "Si no te habla es porque se hace desear, si te ignora gusta de vos, etc". Propongo una idea LOQUIIIISIMA... ¿Y si alimentamos el espíritu para no tener que inventar excusas que hagan mas leve la realidad? Seria mas beneficioso y menos hipócrita.
Pero a diferencia de muchos (claro que voy a destacarme, si total este es un blog sumamente referencial) yo SI respeto al amor, aunque muchos piensen lo contrario de mi. Creo tanto en ese sentimiento, que elijo no malgastarlo, siempre opté por eso. ¿Cobarde? Puede ser, pero con la convicción intacta y orgullosa de lo que soy, porque al fin y al cabo, todo lo tenemos ES LO QUE SOMOS. Apuesto a no chocarme la cabeza con la pared cuantas veces sea posible, que mi voz retumbe y sea imposible dejarla pasar, no dejar que le quiten valor a mi alma... Elijo no elegir en vano, y eso queridos amigos, es la decisión mas sabia que se puede tener.


martes, 6 de agosto de 2013

Corriente...

Que no se pregunte como, pero digamos que creo (y mucho) en el flujo natural de la vida y todo lo que implique la misma. Toda interacción con nuestro medio y sus protagonistas, se puede decir, que fluirían de tal manera en el que uno no tenga que imponer su orden. Ahora bien, si tan fuertemente defiendo esto, ¿Como puede ser que siempre termine (al igual que la mayoría) forzando encuentros, situaciones, respuestas y demás?. He aquí la ambivalencia con la que me encuentro, así como creo y banco toda la filosofía barata del "Let it be", también me posiciono firme ante el eterno inconformismo emocional que me invade.
Entonces mi pregunta para toda la gente imaginaria a la que me refiero, es la siguiente: ¿Da la misma satisfacción ver el resultado de algo que "se dió" en comparacion a algo en lo que hemos inferido una y otra vez para que ocurra?. En oposicion al inconsciente colectivo, diré lo poco productivo que es retroceder y retomar algo que por razones desconocidas no ocurrió. Quizás es el espíritu de luchadores que sale a flote en estas situaciones, pero de una cosa estoy segura, no saber nuestros propios limites deja abierta una grieta de la cual muchos toman ventaja. Y si hay algo de lo que estoy convencida. es que hago todo lo posible y mas, en no dejar que sobrepasen todo lo que soy y pretendo seguir construyendo.
Por esta premisa llegué a la vaga idea de que si no te inspira, no equilibra el esfuerzo. Tan simple como eso, la persona que no te inspire, no califica como memorable. El gesto que no despierta algo mas, un vulgarmente conocido "no se que", no cuenta. Un momento esencialmente fugaz, de contenido físico y emocional, tampoco suma.
Aclarando los aires, el por que en corrernos las colas, el dar incontables vueltas, el ser tibio, el vivir en un gris intermitente, recaen sobre una sola idea. La verdad, con todo lo que implica y toda su subjetividad, siempre será tomada de a partes y aun así, tendrá el mismo impacto dolorosamente sorpresivo.